Silvia Serra explora el arte del impacto con su fotografía más sensual

Impactante es probablemente el adjetivo que mejor define la obra de Silvia Serra. “Me gustan los desnudos, la sensualidad, el cuerpo de la mujer”, reconoce esta fotógrafa mundana, que tras años de viajes por Europa, Asia y África, acompañada siempre de su inseparable Minolta, dispone de una exposición permanente en Mercantic, en un espacio creado para provocar todo tipo de reacciones, desde amores a primera vista , a otras menos lucrativas: “El hombre no vende, y las parejas tampoco”, admite Silvia, cuya idea de la feminidad y la estética la ha llevado en ocasiones a crear otras propuestas menos comerciales y convencionales. Sus musas y modelos, actrices y bailarinas, cuya belleza no siempre cumple los cánones más estrictos, atrezzos de época, localizaciones enigmáticas, y puestas en escena decisivas, no dejan a nadie indiferente, como tampoco es común el resultado de una técnica que sólo se puede aprender tras muchas horas de cuarto oscuro, revelando fotografía analógica. Un trabajo que también se puede apreciar en la galería de arte contemporáneo londinense Saatchi.

								








