Según la ley mosaica, de Moisés, o ley judía, en el mundo agrícola el año sabático venía tras seis años de siembras y cosechas, cuando el campo tomaba su merecido descanso, una tradición que más tarde copiaron otros sectores y profesionales cesando el trabajo los sábados, séptimo día de la semana, en hebreo shabbath, día sagrado, destinado exclusivamente a descansar, a orar y a disfrutar de la familia y amigos. Inspirado en la etimología del concepto, el diseñador gráfico Stefan Sagmeister, ha propuesto recientemente tomarnos un año sabático cada siete años, distribuyendo los primeros cinco años de la jubilación entre los cuarenta años que solemos estar en activo. Se trata de una receta de la felicidad que deberíamos tener en cuenta para disfrutar de pequeños momentos. Y esa es la propuesta de Sabàtic, el restaurante de Arianna Russo pensado para “gozar de esos momentos de desconexión entorno a una mesa”, asegura la propietaria de este singular enclave gastronómico, con una propuesta pensada para “disfutar del tiempo libre a pequeña escala, desconectar del día a día a la hora de comer,”. Visto así, todos podemos tomarnos esos efímeros momentos sabáticos, que tanto ayudan a crear nuestro particular collage de recuerdos. Porque citando a la escritora, poeta y activista Maya Angelou, “la gente olvidará lo que dijiste, la gente olvidará lo que hiciste, pero la gente nunca olvidará lo que les hiciste sentir”. Y en Sabàtic se han propuesto hacernos sentir.