Las calderas de condensación y la aerotermia son las soluciones energéticamente más eficientes para la casa
Cuidar el medio ambiente asegura el futuro. Crear conciencia en la optimización de los recursos naturales es una cuestión que afecta no solo a la construcción de viviendas sino también al uso de suministros como el agua, la electricidad y el gas.
“Vamos hacia la eficiencia energética”, explica Ignacio Moisés Calama, fundador de Maxim. La empresa, especializada en la edificación, rehabilitación y mantenimiento de instalaciones, centra su actividad principal en cuatro grandes bloques: climatización, instalaciones, proyectos y reformas.
“Nuestra línea de trabajo se está centrando en hacer que las casas sean más inteligentes”, asegura Calama. “Solo así conseguiremos intervenir en la mejora del medio ambiente”, puntualiza.
En cuanto a sus intervenciones en climatización – calefacción y aire acondicionado -, Maxim destaca en la instalación de calderas de condensación y equipos de aerotermia.
La eficiencia energética que aportan las primeras se traduce en un ahorro de hasta el 30% en la factura del gas y una reducción de cerca del 26% en las emisiones de gases contaminantes,. Este tipo de caldera de gas, totalmente segura, aprovecha el calor procedente de la combustión para trasformarlo en energía, logrando una eficiencia de cerca del 95%, y es compatible con cualquier tipo de instalación.
La aerotermia es una fuente de energía renovable y limpia – no emite humos -, que aprovecha la energía contenida en el aire mediante una bomba de calor, para producir agua caliente, calefacción y climatizar viviendas unifamiliares o pequeños y medianos edificios, que dispongan de una emplazamiento para su instalación en el exterior.
“Ambas tecnologías nos ayudan a reducir el impacto asociado al desarrollo energético, a la vez que responde a nuestras necesidades de consumo”, matiza Ignacio Moisés. Un planteamiento inteligente que todos deberíamos adoptar.
