La chicas Blauceldona forman el equipo soñado de Sílvia Oliete

Un pasaporte hacia la felicidad

 

Para crear un equipo sólido y cohesionado, la figura del líder es indispensable, recayendo en él la responsabilidad de transmitir y defender los valores fieles a los principios de la empresa. Es el caso de las chicas Blauceldona, las veinte empleadas con las que cuenta la fundadora de este espacio dedicado a la belleza integral, Sílvia Oliete.

La empresaria, una de las esteticistas más influyentes de este país, que ya ha exportado su inimitable masaje de remonte a Grecia, México y Portugal, ha conseguido reunir un grupo de esteticistas comprometidas con la calidad que exige cada uno de los tratamientos protocolizados que lleva a cabo en sus centros. Una calidad basada en el respeto hacia el trabajo bien hecho, con un enfoque hacia la búsqueda de la excelencia, que ha convertido a la empresa en una de las más valoradas por las aspirantes a esta profesión.

Los continuos programas de formación y el estilo de liderazgo participativo de Sílvia son dos de los aspectos más valorados por sus fieles trabajadoras y compañeras de trabajo, “pues ella es una más en el pack, es una jefa ejemplar”, como dice Noelia, una de las veteranas, que asegura sentirse tan valorada como realizada en su trabajo, y no evita emocionarse al exponer las razones.

Trabajar con las mejores marcas del mercado es otro de los valores que resalta Carla, “porque al ver los resultados de forma inmediata, te permite disfrutar de tu trabajo, invitando a las clientas a continuar los tratamientos en casa con el producto indicado para su tipo de piel”, reflexiona.

La conexión con Sílvia, la pasión que transmite, ha conseguido enamorar a las chicas Blauceldona de su profesión, que se sientan totalmente identificadas con la marca, en una especie de simbiosis con la que la mayoría de ellas consideran su maestra y mentora: “ella me dio la oportunidad de formarme, de crecer como persona, se lo debo todo”, reconoce Montse.

Trabajar en Blauceldona supone una oportunidad para esteticistas, pero también para aquellas personas que tienen la ambición de formar parte de un proyecto con planes de expansión. Este es el caso de Mar, la más joven del grupo, cuya preparación y mundología, habla varios idiomas, le ha permitido ver en su trabajo de recepcionista, “un trampolín para poder llegar a dirigir el primer centro que abramos fuera de nuestras fronteras”, confía.

Los viajes que organiza Sílvia Oliete como incentivo a sus trabajadoras son una muestra de agradecimiento hacia el trabajo bien hecho, una recompensa por los objetivos cumplidos, que no hace más que “afianzar el buen rollo, el compañerismo que hay entre nosotras, empezando por la primera y acabando por la última en llegar a esta familia”, resume Vero. Nueva York, Miami y Marrakech componen la lista de destinos visitados a la que este año se suma Maldivas. Y es que Blauceldona supone “un pasaporte hacia la felicidad”.

 

Blauceldona

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