Enamorado de su trabajo y de la vida, Luciano Bascoy destila una honestidad que a menudo puede parecer contradictoria. “La vida son dos días, y uno ya pasó”, asevera. Por ello, recomienda a sus clientes disfrutar de ella y no dejar de jugar con sus hijos o hacer deporte, al aire libre, siempre que sea posible, exponiéndose al sol, fuente de alegría, “además de que el moreno favorece”, revela. No obstante, sugiere hacerlo con cabeza.  Con un estudiado y eficaz protocolo de prevención que pone en práctica en su clínica durante todo el año, es en otoño cuando él y su equipo realizan más tratamientos para paliar los excesos de la exposición solar. Porque el fotoenvejecimiento es una de las principales causas de envejecimiento prematuro de la piel, algo que la sociedad castiga y en consecuencia la mayoría de nosotros no aceptamos. “Las arrugas son las cicatrices de la vida, nos cuentan nuestras historias, ya sean tristes o alegres”, reflexiona este experto en medicina estética, que advierte a sus pacientes de la necesidad de aceptar el paso del tiempo; “si no envejeces es porque ya no estás aquí”, resume con su lógica aplastante, retando prejuicios que nos impiden ser felices. Transmitir emociones positivas es una de las misiones inherentes a su marca, siempre a la vanguardia de las últimas tecnologías, tanto en aparatología, como en cosmetología, para ofrecer las mejores soluciones faciales y corporales, con sofisticados tratamientos, acordes a cada edad, que permiten lucir una piel más bonita. “Disfrutemos cada segundo de la vida y no nos autodestruyamos con prototipos impuestos”, concluye. /

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