¡Lo clásico está de moda! Por Marc Martín, comunicador y creador de contenido especialista en motor

Con aroma a Montjuic

 

Pionera de las carreras

Hay muchos detalles por los que la Suzuki GSXR 750 está considerada como innovadora en su sector y avanzada a su generación por ser la primera deportiva con extensión a la calle. El modelo que os presentamos pertenece a Oriol Martinell y está preparado por Enric Nadal, alias “Pops Yoshimura de Vilassar” por ser la única persona que podía importar piezas de Suzuki Japón a España. Esta Suzuki refrigerada por aceite sobresalió por montar el primer chasis de doble viga de aluminio. Unánimemente considerada la primera “R” homologada para la calle, esta moto era imponente en el aspecto y liviana en el peso, 176 kg en seco, porque por primera vez se daba importancia a los gramos de menos para hacerla más radical y deportiva.

 

 

Con esta moto hasta fuiste ganador de una carrera ¡del Bol d’Or!

Fue en Paul Ricard. Junto a Diego y Álex Rivière quedamos primeros de la categoría Fórmula 750. También corrimos durante siete años el campeonato de Cataluña de resistencia.

¿Cómo se pìlota?

Juegas mucho con el freno de atrás. Es una moto que llevándola al límite la sientes porque tiene mucha torsión. Te transmite muchas sensaciones.

¿La posición es de racing?

Sí porque ya incorporaba semimanillares, más bajos que los que podía tener la Yamaha FZ o la Honda VFR 30. También tiene las estriberas retrasadas… vamos, que te pide sentarte en modo carreras.

¿Y del motor?

Con la preparación da casi 115CV en rueda y tiene una velocidad punta cercana a los 250 km/h. De 1985 a 1987 el motor era de carrera larga, con lo que tenía más bajos.

 

¿Siempre fue así?

Del 88 al 89 Suzuki desarrolló un motor de carrera corta pero en Europa fracasó por el tipo de circuitos. Y a partir del 92 pasó a refrigeración por agua.

¿Es fiel a las primeras de la época?

Esta tiene llantas de 18 pulgadas, tanto delante como detrás. Pero llevaban 16 delante y 18 detrás o incluso ambas de 17.

A nivel de accesorios, ¿todos son originales?

Va con gran parte de ellos (radiadores, carburador…) y del resto se ha hecho réplica de los de la época, sobretodo de la etapa de Montjuic.

¿De dónde te viene la pasión por las motos?

Mi padre, Jep, corrió tres años seguidos las 24 Horas de Montjuic y otros ocho más en el Circuit de Barcelona Catalunya. Tenía como compañero de equipo a Juan Cano. Entre los tres convencimos a Enric Nadal para que la pusiera al día. Y esta GSXR 750 es como de la familia. Es muy especial tenerla.

Es que menudos apellidos han llevado ese modelo…

Fue la moto de los inicios de Kevin Schwantz en el AMA. También la llevaron Doug Polen, Scott Russell… Y aquí en España Alberto Puig, Josep Voltà, Enric Nadal, Joan Garriga… corrieron el campeonato de España de Superbike.

 

 

 

En el nombre de Palomo

La temporada 1976 del campeonato del mundo de motociclismo pasó a la historia de nuestro paíspor el quinto título mundial de 50cc de Ángel Nieto… y por el Trofeo FIM de 750 logrado por Víctor Palomo, certamen que al año siguiente recibiría categoría de campeonato del mundo. Esa cilindrada la lleva en las venas su sobrino Oriol Martinell, gerente de Central Moto en Sant Cugat y propietario de una Suzuki GSXR 750R de 1985, año del fallecimiento de su tío Víctor, que ganó con una Yamaha. En su recuerdo y también homenaje a grandes nombres del motociclismo deportivo de nuestro país como Jep Martinell, padre de Oriol, y Juan Cano, la GSXR salió a rodar en una de las últimas veces que Oriol ha sacado esa joya del taller.

Palomo, campeón del mundo de esquí náutico antes que campeón de Europa FIM de 750, fue el precursor de pilotos de motos grandes de carreras porque además hizo una breve aunque sonora incursión en la cilindrada de 500. Décadas más tarde las motos de superbike se pasaron a 1000, pero tanto Oriol como los que vieron correr a Víctor defienden día a día su legado.

 

 

 

Kevin Schwantz habla de la GSXR750 para Flash Magazine

“La GXR750 no llegó a EEUU hasta 1986. Pero yo no pude esperar y la probé en 1985. Fue en Japón, en una carrera en Suzuka como preparación de las 8 Horas. En el 86 no me separé de ella y acabé segundo en Daytona con esa moto. Me encantaba su motor por la potencia y el par… ¡Qué gran aceleración! Con ella también corrí el AMA de Superbikes del 87 y lo perdí contra mi amigo Wayne Rainey por una caída. Si no hubiera sido por mi falta de experiencia, hubiera ganado el título. Pero en cualquier caso, qué gran moto, todavía hoy recuerdo perfectamente las grandes sensaciones que me transmitía su gran manillar. ¡Una gran moto!”

 

 

 

 

Texto: Marc Martín

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