¡Lo clásico está de moda! Por Marc Martín, comunicador y creador de contenido especialista en motor

¡Del cole a los circuitos!

 

A cualquiera que haya tenido una Honda MBX le gustan las carreras y a cualquiera que le gusten las carreras y que sea de la época de los dorados años 80 se emocionaba con Álex Crivillé Tapias. Primer campeón del mundo español de 500, campeón “rebelde” del mundo de 125, alumno del mago Antonio Cobas… Pero todo en la vida deportiva de Álex empezó en el Criterium Solo Moto, que el “nen” de Seva ganó al segundo año de participar. Lo hizo al manillar de una moto que enamoraba a chavales y a pilotos de 16 años. Una moto para ir al cole y al circuito a correr. De carácter turístico pero con alma deportiva. Con detalles altamente sofisticados para la época pero manteniendo el arranque mecánico. El propulsor de dos tiempos daba una potencia máxima de 12 caballos a 9000 rpm que animaba a ir empalmando una marcha tras otra hasta llegar a seis velocidades y lograr una velocidad máxima de unos 100 km/h. Una pequeña gran joya de la mecánica que con un peso de 94kg y un depósito de 12 litros, sigue hoy en día viva en el recuerdo de muchos y en el garaje de algunos, como Camilo Balcells (Sant Cugat, 1968), quien rememora para Flash Magazine su idilio con la MBX 75.

 

¿Cómo llegó la MBX a tus manos?

Me la regalaron mis padres en el verano de 1985. Yo tenía 16 años y aquella fue mi primera moto en propiedad. Y eso no se olvida.

 

¿Pero tenías claro que querías moto o que querías aquella moto?

Mi objetivo era la MBX, ¡por supuesto! Insistí tanto a mis padres que al final me la compraron.

¿Recuerdas el precio?

Pagaron 257.000 pesetas de la época en Auto Motos Sastre.

¿Por qué te tenía enamorado aquel modelo?

Era una moto única, revolucionaria, me gustaba mucho. El motor era muy dócil y no hacía demasiado ruido. Estaba refrigerado por agua. Las ruedas montaban frenos de disco, sus líneas eran llamativas, el cuadro de mandos era muy completo… Una moto muy agradable de conducir.

También tenía su nervio…

Sí, a partir de 6500 rpm la Honda sacaba su carácter en forma de garra. Pero ese empuje lo podías controlar bien.

¿Le sacaste provecho?

Al principio no me la dejaban llevar por Barcelona, así que la sacaba los fines de semana y también en época de verano para hacer desplazamientos cortos por los alrededores. De los 16 a los 18 años la usé mucho. Me daba sensación de libertad. Y no se la dejaba a nadie, la quería en exclusiva porque una vez la dejé al amigo de un amigo y me la lió…

 

Motor de 12CV, poco ruidoso y refrigerado por agua.

 

¿Disfrutas haciéndole el mantenimiento?

Sí, porque la mecánica me gusta. Y también disfruto cuando mi hijo me pide que le dé una vuelta. Y eso que a él no le gustan las motos. Pero esta en concreto, sí…

¿Y actualmente, dónde la tienes?

En el garaje de casa. Me trae buenos recuerdos: buena juventud, de ir de casa a la discoteca,.. La tengo en buen estado. La repinté. Es parte de mi vida. Cuando paso a su lado la acaricio y le digo: pero qué bonita eres…

 

Cuando Crivillé se puso en el mapa

Corría el año 1985 y Álex Crivillé se disponía a debutar en competición. Lo hizo en el Criterium Solo Moto, certamen plataforma inventado por Jaime Alguersuari y gracias al cual nacieron talentos que luego se convertirían en campeones del mundo, como es el caso de Álex.

Crivillé ganó el Criterium en 1986 al manillar de una Honda MBX preparada por Josep Rovira Paxau y con cinco victorias de seis carreras puntuables.

“Recuerdo que había dos versiones de la MBX: la básica y la preparada por Paxau. Era una moto muy divertida y fiable que me permitió hacer mis primeras diabluras en circuito”, recuerda para Flash el gran Álex.

“Corrimos en Calafat, Jerez y Jarama y competíamos contra la Rieju y la Yamaha RD 80. Pude ganar el Criterium con mi MBX, que conservo en el museo de mi casa.

Hace poco he podido revivir lo que significaba llevar esa moto. Pude hacer un par de vueltas de honor en el Circuito de Cheste en el homenaje a Jaime Alguersuari y se me puso la piel de gallina. Otra vez sentado al manillar de la MBX, una moto que me ha dado tanto, ya sea en cuanto a resultados como sensaciones”.

 

 

Texto: Marc Martín

Comunicador y creador de contenido especialista en motor

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