Nuria Esteban crea su propio estilo fusionando la abstracción y lo figurativo

El arte de la esencia

 

La sanidad y el arte son las dos vocaciones de Nuria Esteban, dos pasiones análogas, que requieren una gran dosis de sensibilidad. “Si bien la primera está dirigida a curar el cuerpo, el arte cura el alma de las personas”. Como si se tratara de un bálsamo, la artista traza con cada pincelada espontánea la esencia de la humanidad, la belleza que le inspiran los rostros africanos, mientras indaga en el desarrollo de su propio estilo, una fusión entre lo figurativo y la abstracción, a la vez que experimenta con la materia y las superficies.

 

 

Cemento, papel en todas sus texturas, aluminio, colas, cartón, madera, los distintos recursos se funden con la pintura, como el óleo, el acrílico o la acuarela, para crear su enfoque único y auténtico, en un proceso creativo lleno de sorpresas, que, huyendo de la evidencia, abraza nuevos caminos y posibilidades. “En la universidad aprendí distintas técnicas y a descubrir mi propio lenguaje, abriendo la mente”, se sincera la artista. Por ello, Nuria busca desfasarse a partir de una cara precisa, encontrando esa fugaz belleza o esencia, que perdura a pesar del paso del tiempo y nos iguala a todos. “Desde una perspectiva humana, todos somos iguales”, asegura esta enfermera de profesión con gran capacidad de empatizar y conectar con los demás, en constante reflexión sobre la vida. Este reconocimiento de la igualdad le proporciona la idea de paz, y calma interior, que plasma en su obra.

Desde su taller estudio ubicado en el barrio del Putxet, además de trabajar en gran formato, Nuria Esteban también crea representaciones fotográficas, a partir de originales, que imprime en tiradas exclusivas de hasta diez ejemplares, numerados y firmados a mano.

 

 

 

 

 

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