Plantando cara al lipedema
El lipedema es de las patologías crónicas y progresivas más infradiagnosticadas en el sector de la medicina. Afecta a hasta un 18% de mujeres, de entre 35 y 45 años en el mundo y consiste en el depósito anormal de tejido adiposo subcutáneo, principalmente en las piernas, las caderas y los glúteos, conduciendo a un aumento desproporcionado del volumen de las extremidades inferiores, desde el ombligo hasta los tobillos, en relación con la parte superior del cuerpo, aunque en raros casos también afecta a las extremidades superiores.
A pesar de ser una enfermedad tan común, se suele diagnosticar de forma incorrecta, llegándose a confundir con problemas de obesidad, celulitis o linfedema, cuando en realidad no tiene cura, genera un gran deterioro en la calidad de vida de la paciente y requiere tratamientos constantes.
Además de la desproporción entre las extremidades y el resto del cuerpo, los moratones, o manchas azuladas, la hinchazón, el dolor a la presión, la sensación de pesadez en las piernas, y la falta de movilidad, son las señales más habituales del lipedema, agravándose cada una de ellas según el grado, entre I y III.
Teniendo en cuenta las zonas del cuerpo afectadas, el lipedema se clasifica también en cuatro tipos, según la grasa se localice en la zona de las nalgas y las caderas (Tipo1), se extienda hasta las rodillas (Tipo 2), afecte a todas las extremidades inferiores (Tipo 3) o afecte a los brazos (Tipo 4).
Sin conocerse con exactitud sus causas, los expertos coinciden en que el lipedema no está relacionado con la alimentación ni el estilo de vida de la paciente, sino que está estrechamente relacionado con los cambios hormonales, comenzando a aparecer en la pubertad y aumentando con los embarazos y la menopausia.
Si bien actualmente no hay una cura para esta enfermedad, existe un tratamiento quirúrgico efectivo que ofrece unos resultados óptimos. Se trata de la liposucción asistida por pulverización de agua a presión suave (Water-Jet Assisted Liposuction/ WAL), que elimina las células adiposas que causan la enfermedad.
La Dra. Brasó es una de las pocas especialistas en liposucción WAL en España. La cirujana plástica ofrece además una terapia complementaria en su clínica gracias a la incorporación de la cabina Cryosense®, una terapia basada en la crioterapia, un proceso orientado a la recuperación de tejidos, basado en la exposición del cuerpo a bajas temperaturas, que acelera la recuperación tras la intervención. Se trata de la tecnología más avanzada, con beneficios que se perciben desde la primera sesión, en una exposición al frío que favorece la liberación de endorfinas, hormonas con efectos antiinflamatorios y analgésicos que estimulan el sistema inmunológico. Con este tratamiento, la doctora Cristina Brasó planta cara a una enfermedad femenina tan desconocida como frustrante, aportando alivio a las mujeres que la sufren. /
