25 Jun Centro Porsche Barcelona aúna tecnología, sostenibilidad y modelos icónicos para una experiencia global

Innovación y lujo al servicio de la movilidad

Las nuevas instalaciones de Centro Porsche Barcelona representan una nueva etapa para la marca en Cataluña. Con más de 4.500 m², este concesionario de última generación combina diseño, tecnología, sostenibilidad y una oferta integral de servicios para clientes que buscan una experiencia premium.

El espacio cuenta con dos plantas destinadas a exposición, donde se pueden ver algunos de los modelos más representativos de la marca. Entre ellos destaca el Porsche Macan eléctrico, la gran apuesta de la casa para la transición hacia la movilidad sostenible. Equipado con tecnología de carga de 800 voltios, este SUV permite alcanzar el 80% de batería en apenas 20 minutos y ofrece hasta 613 km de autonomía. Otros modelos de referencia incluyen el 911 Carrera, el Taycan, el Cayenne híbrido enchufable o el 718 Boxster, todos ellos configurables para que el cliente visualice el coche exactamente como lo desea.

El área técnica, de 1.000 m², está equipada con tecnología de última generación y un equipo altamente cualificado. Muchos de los profesionales provienen de la sede de L’Hospitalet de Llobregat y han sido formados según el plan de carrera de Porsche, que incluye certificaciones internas como la de técnico nivel oro o asesor embajador de marca.

Gracias a esta estructura técnica, el centro está preparado para ofrecer una experiencia integral al cliente, que incluye servicios como el alquiler de vehículos —gratuito en caso de reparaciones en garantía—, recogida y entrega del coche a domicilio y limpieza de cortesía tras cada intervención en el taller.

El edificio ha sido diseñado bajo criterios de eficiencia energética. Dispone de placas solares para autoconsumo, sistema de riego mediante aguas fluviales y un plan de eliminación progresiva del papel, con el objetivo de ser paperless antes de 2026.

La apuesta de Centro Porsche Barcelona por la movilidad eléctrica y la innovación no solo lo posiciona como un punto de referencia visible desde la autopista, sino que también refuerza el papel de Sant Cugat como nuevo nodo de diseño, tecnología y automoción en el Vallès y el área metropolitana de Barcelona.