El estilo más personal de Verónica Blume

“Mi casa es una extensión de mí misma. Se me haría violento enseñarla ”

Texto: Judith Martínez
Fotografía: Theresa Paul

Verónica Blume, quien no precisa presentación, acude a nuestra cita en Sacum y después de saludarnos a Theresa y a mí, se dirije a Marta Tobella, la interiorista y creadora de este showroom y tienda de decoración de referencia en Sant Cugat, con quien se funde en un cálido abrazo. Indudablemente existe una bonita amistad entre estas dos mujeres, además de un mútuo respeto y admiración por sendas profesiones. Entre pregunta y pregunta, aprovechan cualquier inciso para poderse al día, hablan de su trabajo, de los hijos, de la importancia de darles una buena educación basada en valores, y por supuesto, de decoración.

¿Sigues trabajando en la moda o te has volcado definitivamente en el yoga?
Ahora selecciono más las ofertas que me proponen, pero cada vez me identifico menos con este tipo de trabajo. Creo que nunca me he identificado como modelo.

Sin embargo, te ha abierto muchas puertas
Me siento muy afortunada de haber trabajado en este mundo y agradezco poder seguir haciéndolo. Pero cuando empecé a trabajar en este sector no lo valoraba. Era una adolescente, muy joven e insegura. Me sentía una víctima.

“La belleza crea distancias; inseguridad en las mujeres e intimidación con los hombres.
No me identifico como modelo”

Ser modelo no debe de ser fácil
No es lo mismo ser que trabajar de. Yo no me siento modelo, pues implica un estado de perfección irreal, de estar siempre maravillosa que no me llama para nada. La belleza crea distancias. Despierta inseguridad y amenaza en las mujeres e intimida a los hombres. El yoga iguala, crea conexiones.

¿En qué medida esta disciplina te ha cambiado la vida?
Gracias al yoga, mi vida ha cambiado totalmente. Cuando solo trabajaba en moda tenía un nivel de estrés y responsablidad a un nivel muy personal. Ahora, como empresaria, tengo que definir costantemente mi negocio, tomar decisiones, comunicar. ¡Es un compromiso diario!

¿Cuándo te iniciaste?

Hace diesciséis años, estando embarazada de mi hijo Liam. Vivía en Ibiza. Al volver a Barcelona, hice un curso y empecé a dar clases en mi piso de Gracia, donde cogí la experiencia que necesitaba para transmitir como profesora. Hacer la formación no te convierte en un abanderado del yoga. Solo más tarde alquilé una sala en el mismo barrio y hace tres años inauguré The Garage, en Barcelona, que ahora gestiono, además de impartir clases de Vinyasa, un tipo de yoga que he adaptado a mi estilo.

Ahora vives en Sant Cugat. ¡En tu vida ha habido muchas mudanzas!
Creo que no he vivido tanto tiempo en ninguna casa, como en esta. ¡Ya llevo siete años! Aquí, tanto mi hijo como yo, nos encontramos muy a gusto. Pienso que es un buen lugar para un adolescente. Se respira aire fresco, tranquilidad, y recibo buenos estímulos cuando salgo a pasear.

“Protejo mi casa y mi hijo de la mirada pública.
Es lo único que no mostraría de mi vida”

¿Consideras tu casa un espacio íntimo, que quieres proteger de las miradas ajenas?
Así es. Reconozco que me encanta ver como viven los demás, pero mi casa es como una extensión de mí misma y me sentiría violenta eseñándola. Es una elección personal, yo la protejo, al igual que hago con mi hijo. Creo que es lo único que no mostraría de mi vida.

Y con The Garage, ¿no te ocurre lo mismo?

También siento mi centro como una prolongación de mi ser. Es un reflejo de quien soy y hay un punto en que a veces siento que en él se invade mi vida personal.

“Me gustan las piezas de la familia y que me cuentan historias.
Siempre van conmigo”

¿Como vives la decoración?
Entiendo que debe servir para crear ambientes en los que sentirse bien. No entiendo el concepto me monto la casa entera y entro a vivir en ella, como si de un hotel se tratase. Prefiero ir montándola poco a poco, con objetos que llevo de aquí para allá, piezas familiares y otras que me cuentan historias. Soy nostálgica. Pero, si alguna vez tengo una casa grande, contaré con Marta Tobella. Tiene gusto y sensiblidad.

¿Te decantas por algún estilo definido?
Me gustan los materiales agradables y los colores suaves. Por otro lado, le doy mucha importancia a la iluminación. En mi casa creo espacios cómodos y cálidos y en The Garage intento cuidar y nutrir la energía que hay en él. Considero que tengo un estilo muy personal.

Entiendo que tampoco contrataste a ningún decorador
Así es. El local también fue concebido en base a una idea propia que fue evolucionando con la ayuda de un arquitecto.


“Siempre he pensado que si algún día tengo una casa grande me la decorará, Marta Tobella. Tiene mucha sensibilidad”, Verónica Blume conversando con Marta Tobella en Sacum durante el transcurso de esta entrevista.
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