27 Abr Louis Larr le dedica su última rumba a una Barcelona multicultural
Carmelilla es el nombre de un proyecto de cabaret andaluz que estuvo a punto de abrirse en Barcelona y finalmente no llegó a ver la luz, pero sí ha inspirado la nueva canción de Louis Larr, un sevillano enamorado del Caribe que se ha propuesto imaginar al español que se perdió en Cuba y, con esa imagen, fruto de la mezcla de ambas culturas, nos ha regalado una rumba salada, con reggaeton y flamenco, pegadiza, como no podría ser de otra manera, con un ritmo difícil de contener y una estética igualmente interesante, para una fusión total. El single forma parte del álbum Rumba de la madre patria, le pese a quien le pese, le vaga a quien le valga, con temas que están llevando al artista a recorrer las ciudades más importantes de su vida. A Barcelona, lo une la familia materna: su tía, Ana Fernández, fundadora y directora creativa de la productora de espectáculos personalizados, La troop, es, junto con su hija, Julieta Gracia, imagen de la portada, la verdadera musa de Carmelilla. “A Barcelona llegaron muchos andaluces a los que, como a mi tía, les fueron muy bien las cosas”, explica; “esta canción se la dedico a ellos y a la esencia de esta ciudad que les ha dado tanto”, afirma. Tras dos años de carrera, Louis Larr, que escribe y dirige cada uno de sus vídeo clips junto a su pareja, la bailarina y coreógrafa cubana Janislady Pelegrín, siente, “porque somos solo sensaciones”, que su último trabajo supondrá una inflexión en su trayectoria artística. Por ello, confía en que Carmelilla pronto formará parte de la lista de éxitos de flamenco de Spotify y otras plataformas, que supondrán con gran seguridad un trampolín para entrar en festivales y llenar su agenda de bolos por todo el territorio. /
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