Proceso Wang ayuda a las personas a ser más felices

Reprogramación neuronal a través del Psicoanálisis Humanista

Recurrir a la infancia, aquella etapa de la vida en la que mamá y papá tienen un protagonismo especial, observar qué pasó, desde la conciencia, y aceptarlo, puede cambiar nuestra manera de ver la vida. En el Instituto Wang se llevan a cabo inmersiones de siete días para trabajar la reprogramación neuronal con ejercicios de regresión en el tiempo. “La mayoría de las neuronas y conexiones se forman durante los primeros tres años de nuestra vida; por ello es necesario analizar qué pasó entonces”, explica el fundador de Proceso Wang, Tino Prat. El curso consiste en limpiar y actualizar el cerebro “eliminar dolores anacrónicos que ya no existen, afrontar duelos pendientes, episodios pasados que nos siguen generando tristeza y culpa, ahogándonos en un agujero negro energético que nos impide pasar a la acción y vivir en plenitud, negándonos la felicidad”.

 

Para superar emociones negativas que nos impiden vivir en plenitud, es necesario visualizar, analizar y aceptar las relaciones familiares que tuvieron lugar en el pasado

 

Situado en pleno Vallés, el entorno del Instituto Wang, ubicado en el anexo de una casa modernista de los años 50, cuya última reforma tuvo lugar a finales de los 70, ayuda a situarse en el pasado, a visualizar y analizar los recuerdos, las relaciones familiares, desde técnica del Psicoanálisis Humanista. “Vivimos constantemente anclados al pasado o proyectando el futuro; para vivir el presente es necesario aceptar qué pasó y soltar expectativas”, apunta Prat.. Pero para vivir de manera presente, desde la consciencia, hay que actuar en libertad, superando el miedo, la rabia o cualquier estado emocional que nos impida encontrar el sentido de la vida”. Trabajar la dimensión espiritual de la persona, esa experiencia interior que dota de sentido e ilusión su existencia, potenciando sus cualidades desde el autoconocimiento, la autoestima y la autoaceptación, aporta la llave de la felicidad. “En nuestra sociedad, la espiritualidad está mal vista; sin embargo el rendimiento de la felicidad se sitúa en torno al 28%; prevalece lo material frente a lo espiritual. Es necesario invertir los valores”, asegura Tino Prat.

 

El Proceso Wang, consiste en siete días de inmersión total para trasformar la manera de percibir la vida. “Es un renacer sin prejuicios, creyendo y amándote a ti mismo”.

 

La música también juega un papel importante para generar los diferentes estados emocionales a superar, como el miedo o la rabia.

 

“Para asegurar la felicidad, es necesario invertir los valores”. Tino Prat

 

Wangfullness es un programa dirigido a directivos de grandes corporaciones. Entre sus clientes, Instituto Wang cuenta con Banc Sabadell, Alianz Seguros o APD, Asociación para el Progreso de la Dirección.

 

 

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